Pertenece a mí

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Capítulo 9

Sentí la cabeza mareada al salir del coche. Mi chófer me dio mi bolso y le hice un gesto para que se fuera. Caminé hacia la escuela sin molestarme en ocultar mi cara desnuda. Parecía un zombi. Estornudé y cerré los ojos por un momento.

—Athena... ¿qué te pasó? —preguntó Serena.

—Tengo un resfriado.

—No tú también —dijo ella y levanté las cejas.

—¿Quién más está resfriado? —pregunté.

—Xander. Oh, vaya.

—¿Quieres descansar? —preguntó y asentí. Me sostuvo y me llevó a la enfermería. Entramos y Xander estaba sentado siendo revisado por la enfermera.

—¿Athena? ¿Tú también?

—Nos empapamos en la lluvia hace dos días —dijo Xander y Serena me acercó una silla para que me sentara.

—Xander, tienes fiebre alta —dijo la enfermera y luego se acercó a mí para tomarme la temperatura.

—Tú también... deberían descansar. ¿Por qué vinieron a la escuela de todos modos?

—¿Soy un poco nerd? —dije y Xander se rió mirándome. La enfermera me puso un parche para la fiebre en la frente, al igual que a Xander.

—Tengo que irme... ¡cuídense! —dijo Serena mientras me abrazaba.

—Adiós —dije y ella salió corriendo antes de que sonara la campana.

—Deberían descansar —dijo la enfermera mientras abría la cortina revelando cuatro camas. Caminé automáticamente hacia la esquina derecha y me dejé caer en la cama.

—¿Quieres que llame a tus padres, Athena?

—No, por favor... solo necesito un poco de descanso, eso es todo —dije y luego me dio medicina. Me giré hacia Xander y él se acostó en la cama junto a la mía. La enfermera también le dio medicina y luego cerré los ojos.

—Lo siento —escuché a Xander susurrar.

—¿Por qué te disculpas? —pregunté mientras abría los ojos.

—No debería haberte llevado a ese bote. Debes estar muy fría —me miró preocupado y sonreí.

—Estoy bien. Mírate a ti...

—Estoy bien.

—Bien mis narices, te ves horrible —bromeé y él se rió. Cerré los ojos de nuevo y lentamente me fui quedando dormida. No mucho después, me quedé dormida.

—Athena... Athena... —abrí los ojos lentamente y mis ojos se abrieron de par en par cuando vi a Chase sentado a mi lado.

—¿Qué haces aquí? —pregunté horrorizada.

—Isaac me llamó y dijo que estás enferma —cerré los ojos y suspiré.

—Estoy bien, solo necesito un poco de descanso.

—Te llevamos a casa —dijo y negué con la cabeza. Me giré hacia Xander y él seguía durmiendo.

—Estoy bien... solo necesito un poco de descanso y luego iré a clase.

—Athena, vámonos —dijo Chase mientras tomaba mi mano. Negué con la cabeza haciendo pucheros, pero no le importó. Me levantó en brazos y me llevó a la puerta.

—¿Y Xander? —pregunté.

—Eva vendrá a recogerlo —dijo Chase y asentí. Rodeé el cuello de mi hermano con mis brazos y apoyé mi cabeza en su hombro.

—Tu cuerpo está tan caliente... ¿cómo puedes ir a la escuela así? —me dijo en un tono enojado. El teléfono de Chase sonó y presioné su auricular bluetooth para ayudarlo a contestar la llamada.

—Hola papá... estoy recogiendo a Athena. Oh no... no papá también.

—Sí, está enferma. La llevo al hospital, ya le pedí a Caleb que me reemplace. —Ahora escuché a mi papá sermoneando.

—Está bien. —Terminó la llamada.

—¿Qué? —pregunté mientras me sacaba de la escuela.

—Mamá está en camino al hospital —dijo mientras me metía en el coche. Subió y le dijo al chófer que condujera al hospital.

—Estoy bien... solo llévame a casa —dije y Chase me dio su chaqueta para calentarme.

—No... tienes fiebre alta y papá me matará si te llevo a casa —dijo Chase y suspiré.

—Olvidaste mi bolso... —dije.

—Hendrik, dile a Paul que recoja el bolso de Athena —le dijo a su secretario y cerré los ojos.

—Estoy congelándome... ¿puedes apagar el aire acondicionado? —pregunté y él lo apagó de inmediato.

—Ya llegamos... oh, y ahí está mamá —dijo Chase y me levantó de nuevo. Me sacó del coche.

—Athena... ¿estás bien? —escuché la voz de mi mamá.

—Estoy bien, mamá.

—No está bien... tiene fiebre alta —dijo Chase y suspiré profundamente. Chase me puso en la camilla de emergencia y la enfermera me llevó adentro. El doctor me revisó de inmediato.

—Hola Athena —Stella Cesborn me sonrió y yo solo sonreí un poco porque realmente no me siento bien. Me puso el suero y luego me dio un par de medicinas.

—Tienes que irte, tu papá viene para acá y necesitas reemplazarlo —dijo mi mamá a Chase y él asintió. Me dio una palmadita en la cabeza y le hice un gesto para que se fuera.

—Mamá... ¿qué pasa con Xander? —pregunté y mi mamá levantó las cejas.

—¿Xander?

—Él también está enfermo —dije.

—Eva lo llevó a casa y ya llamó a un médico privado —me giré hacia mi papá. Hice un puchero al verlo un poco enojado conmigo.

—¿Así que quieres explicar por qué te preocupas por Redent?

—Está enfermo, papá.

—Matthew, tu hija está enferma y no puedo creer que le estés preguntando algo fuera de contexto mientras está enferma —mi mamá siseó fríamente a mi papá. Él la miró incrédulo.

—¡Si viniste aquí solo para sermonearla, entonces vuelve al trabajo!

—Gracias, mamá —dije y mi papá suspiró.

—¿Estás bien?

—Vaya... gracias papá por preocuparte —dije sarcásticamente.

—Athena, tu papá literalmente se apresuró para verte —¿qué le pasa a mamá? Creo que tiene su periodo.

—Estoy bien —dije en un tono plano.

—¿Por qué fuiste a la escuela de todos modos? ¿Isaac te arrastró? —preguntó mi papá y negué con la cabeza.

—Tengo un examen.

—Puedes hacerlo la próxima vez, ¡mírate! —levantó la voz, llamando la atención de muchas personas.

—¡Matthew! —advirtió mi mamá y mi papá suspiró. Cerré los ojos y lentamente me fui quedando dormida por la medicina que tomé antes.

Me pregunto cómo estará Xander ahora.

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