Jade: Amor, poder y guerra

Descargar <Jade: Amor, poder y guerra > ¡gratis!

DESCARGAR

Capítulo 5 Primera parte | Capítulo 5: Sentimientos y miedos.

Jade Di Costa.

Respiro profundo y me obligo a salir de le ensoñación que me produce ver a Ragnar en frente de mí luego de lo que sucedió hace un rato.

—Ragnar... —cierro los ojos con fuerza—. Alteza. —hago una reverencia—. ¿Necesita algo? —una sensación extraña se presenta en mi estomago al hacer esa pregunta, y reprimo las ganas de correr hacia él, abrazarlo y contarle lo que sucedió.

—Princesa heredera, tengo entendido que su tío. El Duque de Wagner, llegó hoy por la mañana y que vino a verla hace ya casi media hora. Me preguntaba si él estaba aquí. —abro por completo la puerta y le permito ver a la pareja—. ¿Sucedió algo? —me pregunta.

—Así es, el Duque de Wagner y mi dama de compañía, se reconocieron como parejas destinadas. Así que me parece que quizás él ira a verlo en otro momento, alteza. Le pido comprenda la situación... —lo miro y no puedo evitar darme cuenta del color de sus ojos. Lo que me hace sentir de alguna manera débil.

—Claro, lo escusare como mi padre, no debe preocuparse por eso. Jade, la verdad es que no vine aquí a buscar a tu tío, yo vine a...

—Su alteza, príncipe Ragnar. Un gusto verlo después de tanto tiempo, sin embargo, no creo que mi hermana diría lo mismo por el trato que está recibiendo mi sobrina. —suspiro, trato de evitar que mi tío diga algo que lo perjudique.

—Lamento si se ha llevado una mala impresión de la relación entre Jade y mi persona, pero... —mi tío lo interrumpe.

—No creo que esa sea la forma correcta de demostrarle a su esposa y pareja que la ama y le importa. Cuando se reconoce a un mate puedes sentir y escuchar sus pensamientos, pero hace un rato mi sobrina estuvo en peligro al igual que mi mate y dónde estaba usted su alteza. —cierro los ojos con fuerza.

Más problemas. Estoy segura de que mi tío debió haber escuchado algo.

—Tío... —me interrumpe.

—Ahora no Jade, ¿Por qué no acudió a su esposa cuándo su hermano estaba propasándose con ella? —bajo la cabeza y trago grueso—. ¿Es posible que se esté creyendo las estupideces que se dicen en el palacio? ¿Jade siéndole infiel? ¿Con la misma persona que estaba por violarla hace unos minutos? —cuando mi tío dice eso suficiente para que Ragnar me tome del antebrazo y me haga voltearme hacia él.

—¿Qué está diciendo él...? ¿Qué sucedió? —su preocupación parece natural, pero mi tío no se lo cree.

—¿Piensa que no lo sé? No estoy aquí solo por la reunión con su majestad, su padre. Sé cómo está tratando a la princesa, mi sobrina fue criada para ser una buena mujer, aprendió todo lo necesario para estar a la altura de su cargo y lo que esta demanda y se preparó varios años para ser su esposa. ¿Le parece justo su trato hacía ella? —le pregunta frunciendo el ceño, sin embargo, Ragnar está más interesado en qué le diga que sucedió.

—Con todo respeto, Duque de Wagner, no creo que eso le incumba a usted. Además, la princesa y mi hermano están siendo investigados por esa acusación. No es un rumor, yo lo vi... —quito su mano de mi cuerpo cuando dice eso y me alejo de él.

—Que decepcionante. —mi tío me mira—. ¿Es o no tu mate? —por su tono sé que es importante responder la pregunta, pero me encojo de hombros—. Jade...

—Yo no puedo estar segura de eso.

—Cambio de pregunta y receptor. ¿Es o no mi sobrina su mate, príncipe heredero? —Ragnar me mira y sí, es el único momento en que lo veo mínimamente herido y asustado, de cierta manera—. Tenga claro que de su respuesta depende que su matrimonio siga manteniéndose.

—¿Qué está diciendo? —Ragnar está intentando mantenerse sereno—. La princesa heredera es mi esposa. —mi tío suelta una risa de burla.

—¿La princesa heredera? Debería haberle con más confianza o quizás con un poco más de posesión, lo cual es típico en nosotros. Pues, defendemos lo nuestro sobre todas las cosas. Repito. ¿Son o no pareja? —cruzo mi brazo por el de mi tío, tratando de tranquilizarlo.

—Tío, no es necesario que... —Ragnar me interrumpe, jalándome hacia él—. Su alteza, por favor, no...

—Ella es mía. Nadie va a llevársela de mi lado. —cruza sus brazos por encima de mi vientre, abrazándome desde atrás—. Dígale a mi suegra, que ella me pertenece, por lo tanto, este es su lugar. —trato de soltarme y separarme de él, porque no quiero su contacto ni ahora, ni por un tiempo.

—Ella no se ve muy cómoda para ser su mate, príncipe heredero. Suéltela. —Ragnar le gruñe. Error por parte de mi tío.

—Señor, creo que sería mejor que... —Gisella trata de intervenir.

—Espera un momento, preciosa, yo me encargo de esto. —dice él con ternura, motivo por el cual, ella se pone roja. Sonrío con tristeza al ver su reacción—. Así debería reaccionar mi sobrina, siendo su mate o aún peor.

Capítulo Anterior
Siguiente Capítulo