Capítulo 40. ¿Estás listo?

Bahm salió de debajo de la manta y me besó en la mandíbula antes de retirarse a mi lado. Todavía llevaba los pantalones de chándal negros y podía ver fácilmente su dureza a través de ellos. Incluso podía sentirlo rozando y pinchando contra mis muslos.

—No te preocupes por él —dijo, empujando hacia ...