DE MUÑECA SEXUAL A ESPOSA DEL CEO

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1/ DESESPERACIÓN

Fue unos días después, cuando nos enteramos mi madre y yo, que todo el dinero que mi padre le entregaba a mi madre, era de robos en grandes almacenes y joyerías de diversas ciudades, por eso mi padre había veces que no venía a casa en semanas o meses. Hasta que en uno de sus atracos perdio la vida una mujer que estaba dentro del banco que atraco, siendo detenido no solo por atracos y vandalismos, si no tambien por asesinato. Estuvimos viviendo mi madre y yo de las joyas y del dinero que mi madre había estado guardando, hasta que ya se fue acabando y se tuvo que poner a trabajar en casas donde solicitaban sus servicios, haciendo lo mismo yo cuando cumpli los diecisiete, ya que mi madre cayo enferma y la vida que yo conocía hasta ese momento desapareció de nuestras vidas.en unos instantes

Durante los siguientes años, mi madre visitaba a mi padre en la cárcel, ya que aun seguía muy enamorada de él y aunque siempre volvía a casa, echa un mar de lagrimas, siempre intentaba ponerse bien enseguida por no verme a mi también llorar. Una vez que estabamos las dos limpiando en un edificio de oficinas, de pronto mi madre cayó al suelo sin más perdiendo el conocimiento, me fui corriendo buscando a la encargada ya que no sabía qué le sucedía a mi madre, acudiendo en mi auxilio también a una compañera de trabajo que llamó a una ambulancia para que llevaran a mi madre al hospital. Nada más llegar la ambulancia al hospital enseguida salieron dos médicos y una enfermera para atender a mi madre, metiendola en una sala de urgencias, quedándome yo en la sala de espera muy asustada, Aunque las horas que estuve esperando en aquella sala se me hicieron eternas, al final vi a uno de los médicos que se llevo a mi madre acercándose a donde yo estaba,

— ¿Eres Aurora Martin? —me preguntó el médico.

—- Sí señor ¿cómo está mi madre? — pregunté muy nerviosa.

— Tranquila muchacha, ella está bien, pero tiene que guardar reposo en casa, el embarazo de tu madre es de alto riesgo, pero la mandaré a casa y tendrá que medicarse y pasar las revisiones — me dijo el médico quedándome algo atónita dado que no me esperaba esa noticia.

— ¿Embarazada? — pregunte balbuceando.

— Si está embarazada, ¿ tus padres no lo sabían? — pregunto.

— No lo sé, aunque mi padre no está viviendo con nosotras, él se encuentra en la cárcel — le dije lo primero que se me ocurrió.

— Bueno tranquila, ahora saldrá tu madre y recuerda, tu madre tiene que hacer reposo y que se tome la medicación que le mandó ¿de acuerdo? — me dijo el médico.

Aun sin tener mucho dinero, mi madre y yo eramos felices, ya que cuando yo me puse a trabajar también, nos podíamos mantener las dos sin que nos faltara de nada, pero con el embarazo de mi madre yo sabía que tendría que doblar las horas en el trabajo ya que si mi ella tenía que hacer reposo ya no podría trabajar hasta que naciera el bebe que esperaba y yo no queria que le faltara de nada, ni a mi madre ni al bebe que estaba creciendo en su vientre y que sería cuando naciera, mi hermano o hermana.Un dia despues de salir de trabajar, me acerque algo temerosa a la cárcel donde estaba mi padre, ya que tenía que darle la noticia de que un nuevo miembro venía en camino. Una vez que ya tuve a mi padre enfrente de mi y le di la noticia, me asuste mucho más, ya que se enfado mucho y aunque le intente convencer de que era suyo pues mi madre una vez al mes hacia un bisa bis en la cárcel con mi padre, pero cuando empezó a  llamar a mi madre con diversos insultos me marché de aquella cárcel corriendo mientras lloraba y me juraba que sería la última vez que volvería a visitar a mi padre, ya que los insultos que dijo contra mi madre me dolio bastante, pues conocía muy bien cuánto lo amaba a él.y es que cuando el amor nos toca el corazón con tanta fuerza, es ya muy difícil que dejemos de querer a esa persona

Cinco años después, nos marchabamos de nuestra casa,  mi madre y yo, junto con mi hermana que ya tenía casi cinco años, para llevarla al colegio antes de irnos las dos a trabajar. Lucy mi hermana, era clavadita a mi madre, sus preciosos ojos de color azul, su pelo largo y castaño y su tez blanca, todo muy diferente a como era yo, ya que me parecia mucho mas a mi padre, yo tenia el pelo negro y el color de mis ojos eran de color miel, no muy pequeños si no mas ben rasgados que llamaban la atencion por donde yo caminaba. Cerca de la hora en que nos teníamos que marchar del trabajo, mi madre empezó con convulsiones y a marearse, teniendo mi compañera Eli que llamar a una ambulancia, ya que mi madre cayó al suelo convulsionando sin conocimiento ninguno, Una vez que llegamos al hospital, enseguida la entraron a la sala de reanimación, teniendo que quedarme en la sala de espera junto a mi amiga, que estaba abrazándome para consolarme ya que no cesaba de llorar, sin comprender que le habia pasado, ya que estabamos económicamente casi bien y eramos muy felices las tres solas. No se cuanto tiempo estuvimos  mi amiga y yo esperando en la sala, dado que solo me podía fijar en el reloj que había colgado en una de sus paredes  porque parecía que el tiempo no pasaba por él, hasta que una enfermera se acercó a donde estábamos mi amiga y yo, preguntándonos si éramos alguna de las dos familia de mi madre, levantándonos enseguida las dos de los asientos para acercarnos a donde estaba la enfermera.

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