Capítulo 1

Veintiún años después

Alfa Ethan

Kelly se quita la ropa a una velocidad récord de manera sensual sin apartar sus ojos azul oscuro de mí, después de que la llamé mentalmente para que viniera a mi dormitorio principal.

Ella sabe que cada vez que la llamo aquí, solo significa una cosa. Voy a follarla.

No pierdo tiempo en quitarme la ropa. Como siempre, solo bajo la cremallera de mis pantalones lo suficiente para sacar mi polla dura y ponerme el condón, sin molestarme en quitarme ninguna prenda.

Necesito desahogarme antes de seguir otra pista. ¿Valdrá la pena esta vez?

—¡Tu polla está tan dura, Alfa Ethan! ¿Estabas pensando en mí?— Los labios carnosos de Kelly enuncian cada palabra mientras señala con sus uñas escarlata manicura su ya desnuda vagina.

Ella piensa que está siendo sensual.

Y puede que lo sea.

Pero esto no funciona para mí. Tal vez si no tuviera esta maldita maldición...

Solo gruño y la acerco a mí antes de lanzarla sobre la cama. Ella rápidamente se pone en cuatro patas porque sabe que así es como lo prefiero.

Levanta su trasero, mostrándome su ya húmeda vagina.

Kelly gira la cabeza bruscamente, lanzando su perfectamente peinado cabello oscuro a un lado para mirarme.

—Ethan, yo—

—¡Es Alfa Ethan para ti!— la interrumpo. —No te equivoques, Kelly. No estamos juntos.

Su sonrisa seductora se desvanece rápidamente por un segundo antes de volver a sus labios.

—¡Pero escuché que dijiste que si no podías romper la maldición, elegirías una compañera! Bueno, pensé que ya que soy la única hembra en la manada que te interesa, ¡la elección sería obvia!

—¡No te llamé aquí para hablar, Kelly!— digo con voz helada. —No recuerdo haberte prometido nada.

Aunque no confirmo sus delirios, la sonrisa seductora de Kelly se hace más grande cuando arquea aún más la espalda.

—No te preocupes. Sé que cuando llegue el momento, tomarás la decisión correcta— dice con voz sensual. —Alfa Ethan, por favor, necesito tu po—¡Ahhh!

No espero a que termine. En un movimiento rápido, empujo mi polla dentro de su vagina, y Kelly gime fuerte ante la repentina embestida.

Envuelvo mi mano alrededor de su cabello ondulado y lo jalo para que su cabeza se vuelva hacia adelante mientras mi otra mano agarra su cadera. Con cada embestida, sus músculos se ondulan bajo su piel bronceada por el sol, acentuando su físico tonificado.

Sigo penetrándola ferozmente en esta posición.

No quiero ver su cara.

No voy a mentir—Kelly es hermosa. No es de extrañar que sea modelo.

Siempre parece que acaba de salir de las revistas de glamour para las que modela por la forma en que siempre está tan arreglada.

¿Su cabello? Perfecto.

¿Maquillaje? Impecable.

¿Y sus atuendos? Bueno, digamos que nunca ha visto una arruga. Ya sea que esté solo en la manada o saliendo a Summerville, la ciudad más cercana de aquí, para una noche de fiesta, siempre está en su punto—esa es una de las razones por las que siempre aparezco con ella en cualquier gala benéfica.

Es una loba impecablemente arreglada.

Sin embargo, su belleza no hace nada para excitarme.

Para mí, Kelly es tan deseable como una enfermedad sexual crónica. Y no es porque sea una combinación letal de alto mantenimiento y bajo coeficiente intelectual.

Es porque estoy completamente muerto por dentro.

Su gemido agudo me devuelve a lo que estoy haciendo mientras me hace saber que está llegando al orgasmo.

Respiro hondo mientras trato desesperadamente de eyacular para terminar con esto.

Esta maldición me ha perseguido desde que era un niño, haciéndome cínico y amargado hacia cualquier posible compañera elegida. Para disgusto de mi lobo, he tenido muchos encuentros breves, pero ninguno de ellos ha sido real o satisfactorio para mí.

Finalmente eyaculo. No sé si fue porque esta vez tenía un buen presentimiento sobre nuestra nueva pista o porque mi polla se cansó.

Inmediatamente saco mi polla de la vagina de Kelly.

Kelly se levanta de mi cama, y a pesar de estar sudada por todo su cuerpo, su maquillaje sigue intacto.

—¡Llámame de nuevo cuando regreses!— Su alta figura se vuelve hacia mí, no superando la mía, pero lo suficiente como para inclinarse y besar mis labios sin problema una última vez antes de salir de mi habitación.

Y no sentí nada.

Lamentablemente, esa es una de las otras razones por las que follo con Kelly.

No hay amor ni lujuria, aunque acabamos de follar.

En algún momento, pensé que podría vivir sin mi compañera destinada, pero sin ella, ¿cómo vivimos mi lobo y yo?

No puedo rendirme. Preferiría dejar de existir que existir sin mi compañera destinada.

🐺 🐺 🐺

—Lo mataron hace poco— dice Vi a mi lado mientras empuja ligeramente las costillas del hombre con la punta de su zapato de tacón. —¡Ugh! ¡No puedo creer que esté muerto! ¡Lo siento mucho, Ian!— Vi gira sus ojos castaños hacia mí.

Puedo ver lo molesta que está por otra pista que no lleva a ninguna parte.

—Este corte extraño en su cuello no fue accidental— digo sin mirarla, analizando el cuello del hombre muerto.

La sangre del corte ya está seca. Aún así, hay algo amarillento y aceitoso en ella que obviamente no pertenece a su cuerpo muerto y ensangrentado.

—¿Crees que esto es...?— Vi se acerca y llega a la misma conclusión que yo. —Mierda, mi informante me dijo que estaba involucrado con brujas, pero ¿por qué alguien lo mataría con esta sustancia amarilla?

—Los hombres lobo no necesitan la ayuda de ninguna maldita bruja para matar a nadie. O lo mató una bruja o un humano— digo después de acercar mi nariz al corte en su cuello.

No tengo ninguna duda de que un humano lo asesinó.

Si una bruja hubiera estado involucrada, el ataque habría sido menos notorio. Más sigiloso.

Después de follar con Kelly, Vi y yo vinimos a Summerville. Vi encontró una pista de que un lobo solitario tenía información sobre una bruja poderosa en la ciudad. Sin embargo, cuando llegamos a la dirección donde descubrió que estaría este lobo solitario, en lugar de encontrar información útil en la búsqueda de esa vieja bruja, encontramos al lobo solitario muerto en este callejón de drogadictos.

He estado en un viaje para encontrar a la maldita bruja y terminar con la maldición de una vez por todas desde que fue puesta sobre mí.

Mis padres han viajado por todas partes, buscando consejo de ancianos sabios y estudiando textos de magia antigua. Pero, desafortunadamente, a pesar de los esfuerzos de mi familia, especialmente los de Vi y los míos, no hemos podido romper la maldición. Cada maldito intento ha sido un fracaso.

A pesar de esto, todavía mantengo la esperanza de que algún día romperé la maldición y encontraré a mi compañera destinada.

Aunque siempre alejo a la gente, Vi siempre está a mi lado. Cada vez que encontramos una pequeña pista, ella deja todo para acompañarme, como ahora. Aunque no me lo dice, sé que su compañero destinado odia cuando hace esto.

En el fondo, puedo sentir que lleva una inmensa culpa porque tomé la maldición en su lugar cuando éramos niños, aunque le aseguré que ni en un millón de años dejaría que ella fuera maldecida.

—Ian, vámonos de aquí— dice Vi mientras mira la pantalla de su teléfono. —¡Necesito volver urgentemente a Blackmoon! ¡Lily se metió en problemas en la escuela otra vez!

—¿Por qué no va Jordan?— pregunto sobre su maldito compañero destinado. —¡Él es el Gamma de la manada y está cerca de su escuela! Jordan tiene un minuto o dos para ir, así que no necesitas ir tú solo para resolverlo.

Solo lo puse como mi Gamma por mi hermana. Traté de convencerla de que fuera mi Gamma, pero me rogó que pusiera a Jordan en su lugar.

Y literalmente no pude negárselo.

En lugar de ser la Gamma de la manada, Vi prefirió administrar mi club nocturno, llamado Moonlight, aquí en Summerville junto conmigo. Aunque la razón principal era facilitarle encontrar a la bruja, sabía que una pequeña parte era para husmear en mi vida.

—Lo sé— dice, mordiéndose el labio inferior. —Pero sabes que Lily se molesta cuando él va en lugar de mí.

Su hija tiene diez años y acaba de obtener su pequeño lobo. Y, por supuesto, Lily es fácilmente mi segundo miembro favorito de la familia, aunque algunos días podría ocupar el primer lugar. Tal vez sea porque se parece mucho a Vi cuando era una niña.

De vez en cuando, cuando veo la forma en que Jordan trata a Vi, me pregunto si tener un compañero destinado podría ser la verdadera maldición.

Pobre Vi tiene a alguien que prácticamente no tiene nada en común como compañero destinado.

Sin embargo, veo la manera distante en que Jordan trata a Lily, así que sé con certeza que no es algo particular del vínculo de compañeros, sino más bien porque es su estúpida manera de tratar a su familia.

Aun así, él tiene algo con lo que solo puedo soñar.

Mi teléfono suena mientras Vi y yo nos dirigimos a mi coche. Es Josh, mi mejor amigo y Beta. —¿Buenas noticias?— pregunta desde el otro lado, y respondo con un largo suspiro. —¡Mierda, Ethan!

—Sí— digo después de sacar la llave del bolsillo y desbloquear el coche. Aprieto la llave del coche con fuerza mientras Vi entra en el coche, y me dirijo a la puerta del conductor. —Vamos de regreso a Blackmoon.

—¿Por qué no pasas la noche en Moonlight? Tal vez una semana o dos. Deberías relajarte un poco. Hace siglos que no te quedas allí por la noche. No te preocupes, todo está bien por aquí.

Construí Moonlight antes de convertirme en el Alfa de Blackmoon por la simple razón de tener un lugar fuera de la manada a donde ir cuando se volvía difícil respirar en la manada frente a tantas parejas de compañeros destinados con sus vínculos.

Pensé que estaría bien antes. Pero día tras día, viviendo allí, sentía que no podía respirar, y cada vez que veía a las parejas de compañeros destinados, sentía celos de su vínculo. Cada vez que los escuchaba suspirar de amor o correr con sus lobos juntos, quería ser como ellos. Solo cuando el vidrio roto perforó mis manos y mi espejo quedó destrozado por mi puñetazo entendí realmente la agonía de vivir en mi manada. Necesitaba un lugar seguro.

A pesar de ser un club nocturno, Moonlight tiene un apartamento completo en el último piso que Vi y yo usamos siempre que estamos en la ciudad.

—Está bien, nos vemos mañana— cuelgo y entro en el coche. —¡Cambio de planes! Me quedo aquí, no voy a la manada hoy.

—¡Ah, maldición! Voy a regresar sola— dice, poniéndose el cinturón de seguridad mientras arranco el coche y comienzo a conducir hacia Moonlight.

—¡Pero quiero dar una vuelta en este coche!— Vi muestra una sonrisa traviesa.

—Ja— resoplo. —De vez en cuando, haces algunas bromas bastante buenas— le sonrío mientras me detengo en un semáforo en rojo. —Ve en tu coche habitual. Es más seguro— digo firmemente.

—Ian, sabes que soy una loba, ¿verdad?— dice, poniendo los ojos en blanco. —¡Más seguro mi trasero! ¡Solo no quieres que conduzca tu precioso coche!

Gruño mientras avanzo cuando el semáforo se pone en verde.

Ella empieza a hablar sobre algunas ideas para Moonlight, pero puedo decir que solo está esquivando, hablando de otro fracaso.

Mi mente divaga mientras conduzco hacia Moonlight.

Aprieto la mandíbula. Toda la manada está en tensión.

Todos en Blackmoon esperan una Luna, que podría no aparecer.

Nadie está más ansioso por esto que yo. Los colores vibrantes de la vida se han desvanecido en una existencia monocromática mientras la maldición vaga y llena el vacío de mi corazón, anhelando un calor que no se puede sentir.

Mi corazón es amargo y negro, como la capa negra de la vieja bruja.

Temo no poder encontrar a mi compañera destinada incluso después de romper la maldición. Pero haré que la bruja se arrepienta del día en que rompió mi corazón, porque un corazón roto es mucho más peligroso que uno lleno.

Mi lobo y yo decidimos nunca rendirnos. Nunca dejar de intentarlo porque todas las cosas llegan a su fin.

Incluso maldiciones tan horribles como esta.