El primer castigo

Seguí arrodillada frente a León, con la gargantilla ajustada a mi cuello y mis manos detrás de mi espalda. Mi coñito palpitaba con cada segundo que pasaba bajo su mirada intensa. Sus ojos verdes me devoraban, estudiando cada detalle de mi sumisión. Nunca me había sentido tan expuesta y, al mismo tie...

Login to Unlock ChaptersPromotion