39. Un trato ardiente.

Javier se aleja.

Camina junto a esa rubia perfecta, con el paso firme del que no va a mirar atrás.

Yo apenas puedo respirar.

—¡Javier…! —susurro, pero él no se detiene.

No me escucha. O no quiere hacerlo.

Mi pecho se cierra, me falta el aire, el corazón me late en las sienes. Estoy a punto de romper...

Login to Unlock ChaptersPromotion