Silvia juró que no caería en sus brazos.  Pero Javier Aranda tenía dinero, labios peligrosos y un talento sensual para desarmar su voluntad. Cuando aceptó vivir con él, creyó que el deseo sería suficiente. No lo fue. La presión de su familia lo hizo elegir una esposa “digna” y dejarla rota.
Pero los millonarios nunca se retiran del juego. Javier volvió para reclamar su cuerpo y su amor. Todo iba bien... hasta que Álvaro, su amigo encantadoramente tóxico, decidió convertirla en su próxima conquista.
Ahora Silvia está atrapada entre dos hombres que la desean con la misma ferocidad con la que podrían destruirla.
Y el problema es que a veces la tentación sabe mejor que la fidelidad.
Entre el deseo y la traición, Silvia, Javier y Álvaro se encuentran atrapados en un triángulo amoroso donde el amor, la pasión y los secretos amenazan con desmoronar su mundo.
Hay miradas que incendian, caricias que confunden y noches en las que el cuerpo olvida a quién pertenece.
Silvia deberá elegir entre el hombre que le rompió el alma… el que podría romperle todo lo demás.
Porque cuando el placer es tan intenso como el peligro, nadie sale ileso.
El amor no tiene reglas, no entiende de límites.
Y a veces, la única salida… es rendirse.
Silvia creyó que podía controlar el juego. Que entregarse a Javier Aranda sin garantías no sería más que un riesgo calculado. Pero el deseo nunca fue racional. Y el amor, mucho menos.
Hasta que Javier vuelve.
Y con él, los recuerdos, las caricias, las noches sin final.
Pero el pasado no es su único problema. Álvaro, el amigo de Javier, adicto al peligro y a los juegos sucios, empieza a rodearla con su encanto venenoso. ¿Quiere protegerla? ¿Usarla? ¿O solo ganar una batalla que no le pertenece?

Triángulo del deseo

49. Respirar otra vez.

Y se lanza.
Se lanza con todo.
Con el corazón roto, con los celos prendidos fuego.
Con esa furia contenida de años.
Y le pega.
Le pega con todo lo que tiene.
—¡Hijo de puta! —grita, mientras lo tira contra el árbol. —¡Era mi novia! ¡Es la mujer que amo!
Álvaro no se defiende de inmediato.
Sonríe, sa...

38. Te gustó el fuego, ahora bancate las cenizas

 1. Maldito sea el fuego que me gusta.

2. Esto no es un juego. Es una maldita provocación.

3. Como no pensar en tí, por ejemplo.

4. ¿Es que me estás siguiendo?

5. No quiero impresionarte (pero igual lo hago)

6. No siempre. Pero me esfuerzo.

7. Maldito Encantador.

8. Rendirme nunca se sintió tan bien.

9. No soy parte del trato.

10. No me elijas con miedo.

11. Sus dedos en mi piel.

12. No era sólo sexo (pero qué sexo)

13. Con otro, pero pensando en vos.

14. Demasiado tarde… ¿O justo a tiempo?

15. La suite del deseo.

16. El calor de tu voz en mi espalda.

17. Un nuevo vértigo.

18. Todo lo que no debería pasar.

19. Tiemblo bajo su mirada.

20. Que el Mundo Mire.

21. No debería encenderme pero lo hace.

22. Despertar de miel y fuego.

23. La ducha no lava el deseo.

24. Bocas que no callan, camas que no olvidan.

25.  Celos. celos, celos.

26. Me comió en el living… y no me quejé.

27  El fuego bajo la piel.

28. Una isla, dos pecados.

29. Brilla más que la luna… y me dan ganas de arañarla.

30. Ella también lo besa.

31. Mirar también es desear.

32. El veneno que deseo.

33. Lo que no se dice.

34. Verdades a media luz.

35. Cucharitas con veneno.

36. Besos que no se tragan con hielo.

37. Mi fruto prohibido.

39. Un trato ardiente.

40. Lo que arde entre ellos.

41. Cerrada por deseo.

42. No me toques... o no pares.

43. Bésame donde duelen las promesas.

44. Lo que mi cuerpo no sabe mentir.

45. Donde nadie me vea.

46. Las reglas del juego.

47. Y al final, era verdad.

48. Lo que no voy a dejar que se hunda.