85

—La has asustado —me regañó Milo, haciendo gesto de que entráramos.

—¡Mora! —llamé enfadado—. Te quiero en mi estudio ya mismo.

Milo me palmeó suavemente un brazo cuando entré a paso de carga.

—Ya, Mael —dijo—. No te enfades con ella antes de escucharla.

—Siéntate a comer antes que se enfríe —gr...

Login to Unlock ChaptersPromotion