Chapter




Chapters
CAPÍTULO 1- SACO DE BOXEO
CAPÍTULO 2- SALVADOR
CAPÍTULO 3- FRAGMENTOS DE VIDRIO
CAPÍTULO 4- EL ARREBATO
CAPÍTULO 5- CORAZONES FRÁGILES
CAPÍTULO 6- MONSTRUO DE OJOS ROJOS
CAPÍTULO 7- CULATA DE BABUINO
CAPÍTULO 8- INVITACIÓN
CAPÍTULO 9- CELEBRACIÓN
CAPÍTULO 10: LA DURA VERDAD
CAPÍTULO 11- NOSOTROS
CAPÍTULO 12- MACHO ALFA
CAPÍTULO 13: LOS COLORES VERDADEROS BRILLAN
CAPÍTULO 14- BALA
CAPÍTULO 15- TORMENTA
CAPÍTULO 16: GRITA LILY, GRITA
CAPÍTULO 17: EL LOBO
CAPÍTULO 18: BESTIA
CAPÍTULO 19: GUERRA
CAPÍTULO 20: MALOS RECUERDOS
CAPÍTULO 21: EL BESO
CAPÍTULO 22: ATAQUE
CAPÍTULO 23: PODERES
CAPÍTULO 24: «¡ME ESTABAS TOCANDO!»
CAPÍTULO 25: CORREO NEGRO
CAPÍTULO 26 SU MUNDO
CAPÍTULO 27 HERMOSO
CAPÍTULO 28 BAILA LUKEY WUKEY
CAPÍTULO 29 EN EJECUCIÓN
CAPÍTULO 30 FIESTA DE CHICAS
CAPÍTULO 31: EL DOLOR, EL DOLOR DESAPARECE, VUELVE OTRO DÍA
CAPÍTULO 32: COLLAR EN FORMA DE CORAZÓN
CAPÍTULO 33: BARBACOA
CAPÍTULO 34: TE QUIERO
CAPÍTULO 35: PROBLEMAS DE CONFIANZA
CAPÍTULO 36: ENSANGRENTADO Y MAGULLADO
CAPÍTULO 37: COMPRAS
CAPÍTULO 38: CONOCER Y SALUDAR
CAPÍTULO 39: CITAS EN LA PLAYA Y CONFESIONES
CAPÍTULO 40: NIKE WOMAN
CAPÍTULO 41:22º
CAPÍTULO 42: SIEMPRE SERÁS TÚ
CAPÍTULO 43: CADENAS Y CUCHILLOS
CAPÍTULO 44: TORTURA
CAPÍTULO 45: ESTÁS HERIDO
CAPÍTULO 46: ASUSTADO Y LLENO DE CICATRICES
CAPÍTULO 47: BRUJA
CAPÍTULO 48: ELEMENTO
CAPÍTULO 49: LUCA VS ALPHA JONES
CAPÍTULO 50: PONERSE AL DÍA
CAPÍTULO 51 TORMENTA ASUSTADA
CAPÍTULO 52 SU HISTORIA
CAPÍTULO 53 ACOGEDOR
CAPÍTULO 54 SE HA IDO
CAPÍTULO 55 CÁMARA
CAPÍTULO 56 LOVEBITES
CAPÍTULO 57 TONO ALFA
CAPÍTULO 58 TYLER
CAPÍTULO 59 VIAJES GASTRONÓMICOS NOCTURNOS
ARGUMENTOS DEL CAPÍTULO 60
CAPÍTULO 61 HEIDI MAY BOLTON
CAPÍTULO 62 LATIDO DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 63 BORRACHO
CAPÍTULO 64 ESTRELLAS FUGACES
CAPÍTULO 65 TOBÍAS Y BETANIA
CAPÍTULO 66 MADRE DIARIA, ADOLESCENTE DE CORAZÓN
CAPÍTULO 67- EPÍLOGO; ME ENAMORÉ DEL ALFA DE LA PERDICIÓN
CAPÍTULO EXTRA

Zoom out

Zoom in

Read with Bonus
CAPÍTULO 4- EL ARREBATO
Era despiadado, frío y enojado; incluso con su compañera.
Camino como un zombi sin rumbo fijo, tal vez eso es lo que soy. Soy como un alma muerta viviendo en la tierra, una persona que no merece vivir. Me duelen los pies, no debería estar de pie pero no me importa. Me siento entumecida.
Él no está aquí, lo sabría.
Supongo que ser un lobo tiene sus ventajas...
Abro la puerta principal ligeramente y miro afuera, la gente está hablando. Una cosa que he notado sobre esta manada es que todas las casas son de madera, la antigua manada era de cemento como en los tiempos antiguos. Me hacía sentir sola y aislada, siempre estaba atrapada detrás de las paredes de cemento sin poder salir por miedo. Si alguna vez estaba afuera, tenía que tener cuidado, estaba cansada y asustada.
Cuando alguien mira en mi dirección, cierro la puerta rápidamente, mi corazón latiendo salvajemente en mi pecho.
Trago saliva y me doy la vuelta tambaleándome hacia la cocina, hay vidrios rotos y sangre en el suelo. ¿No lo habrían limpiado ya?
Cierro los ojos fuertemente y los vuelvo a abrir, ha desaparecido. Eso es extraño...
—Estás alucinando, tonta— murmura Celeste.
Mi estómago ruge y miro hacia la nevera, preguntándome si puedo comer algo. Mientras mi estómago sigue recordándome su presencia, camino lentamente hacia la nevera y la abro. Saco unas fresas y muerdo una, tirando de la hoja verde.
Me quedo congelada cuando escucho una voz ronca y me giro tímidamente con una fresa en la boca.
—¿Te importa estar hurgando en mi comida?— Trago rápidamente la fresa y me levanto apresuradamente, pero la gravedad tiene un efecto en mí hoy porque caigo de cara frente a mi compañero.
Miro débilmente hacia arriba y gimo —Lo siento mucho.
Él se encoge de hombros —no has comido. ¿Y qué es eso que escuché sobre que mirabas por la puerta y cuando un miembro de la manada te vio, cerraste la puerta de golpe?— Levanta una ceja sin emoción en sus ojos.
—Yo... eh... yo— me encojo de hombros al final.
Él se acerca más, poniéndose en mi cara y giro la cabeza —dime Lily, ¿te daban comida?— pregunta con ojos fríos.
—Por supuesto— susurro.
Él gruñe —si te daban comida, no estarías tan desnutrida— ruge y yo me estremezco.
Sus ojos no se suavizan en absoluto, permanecen fijos, duros, fríos y atentos a cada uno de mis movimientos.
—Sabes que el doctor me dijo que tienes que ganar peso, para que puedas pesar lo normal para la edad que tienes.
—Tengo 21— tartamudeo.
Él agarra mi brazo levantándome del suelo y me lleva a la báscula, hago una mueca sintiendo el dolor en mis pies.
—Párate en ella— sisea y me paro en ella.
El peso se detiene en 30 kilos, trago saliva —tienes que ganar al menos 40 kilos más, Lily— gruñe.
No estoy segura si gruñir es su mecanismo de afrontamiento, pero parece ser así. Tal vez quiere lo mejor para mí y la única manera de decírmelo es a través de su enojo.
Asiento y él me entrega un paquete de papas fritas, bueno, me lo empuja en los brazos. Usualmente no tengo mucha hambre, estaba acostumbrada a tener pequeñas porciones de comida al día. A veces, ninguna.
—¡Luca!— escucho.
Miro al beta Liam y él sonríe, de repente Luca me bloquea de la vista de Liam.
Frunzo el ceño, ¿le da vergüenza que me vean con él?
—¿Celeste?— susurro.
—¿Por qué nos trata así nuestro compañero?— gimotea, retirándose al fondo de mi mente, acostándose en el suelo tristemente; suspiro, no me gusta cuando mi loba se pone triste. Ella nunca se pone triste, así que duele cuando lo está, tendría que ser una razón importante para que esté así.
Si tan solo supiera por qué nos trata así...
—Liam, tienes mal timing— dice Luca con frialdad.
—¿Qué pasa?— pregunta Liam.
—No voy a dejar que veas a mi compañera en pantalones cortos— gruñe y mi boca forma una 'o'.
¡Al menos mostró que es protector!
Celeste vitorea en mi cabeza y sonrío, Luca se da la vuelta y señala hacia las escaleras. —Ve— asiento aún sosteniendo las papas fritas y cojeo hacia las escaleras.
—¿Luna, necesitas ayuda?— miro a Liam y Luca gruñe.
Suspiro, me doy la vuelta y camino lentamente por las escaleras, escucho a Luca gruñir de frustración.
—¡MUÉVETE MÁS RÁPIDO!— ruge y giro mi cabeza hacia él con ojos enojados.
—¡ESTOY INTENTANDO! No puedo caminar perfectamente bien cuando pisé vidrio ayer y mis pies están hinchados, ¡pero mi propio compañero no me ayuda!— grito y de inmediato cierro la boca, encogiéndome de miedo. Él parece sorprendido por mi arrebato y aclara su garganta, —Honestamente pensé que mi compañero me salvaría de los demonios con los que vivo cada día, pero está demasiado ocupado mirándome con pozos vacíos de soledad, la fría verdad— susurro y empiezo a subir las escaleras.
Una vez que llego a mi habitación, suspiro de alivio y me apoyo contra la puerta, me deslizo hacia abajo y pongo mi cabeza entre las rodillas llorando.
—Soy tan débil— susurro.
—Sí, lo eres— levanto la vista y cierro los ojos cuando veo al alfa Jones frente a mí.
No es real. —¡Lily, no escuches nada de lo que dice!— dice Celeste.
Clavo mis uñas en mis manos sacando sangre, miro mis manos y luego vuelvo a mirar hacia arriba para ver que él se ha ido.
Limpio mis manos y miro mi medicación y las cosas para los pies en la mesita de noche.
Hago el proceso y luego lo envuelvo en una venda para evitar infecciones, me acuesto en la cama y cierro los ojos.
—Lily, tal vez él solo— la interrumpo.
—No, deja de poner excusas para él. Si realmente le importara, nos habría seguido para ver si estoy bien, pero no lo hizo, ¿de acuerdo?— Ella se queda en silencio y yo sacudo la cabeza.
No le importa, esa es la dura verdad.
Previous Chapter
Next Chapter