Capítulo 5

"Zach-y, no sé por qué ya no me permites estar en tu penthouse." Jennifer se acomodó en mi oficina.

Había comenzado a hacer visitas sorpresa a mi oficina durante la última semana. Desde que el Dr. Lemur echó a mi familia de la habitación del hospital, los tres parecían haberse pegado a mí como una lapa. No podía deshacerme de ellos. Pensaba que mis dolores de cabeza con mis recuerdos eran dolorosos, pero las cosas que mis padres me lanzaban eran una verdadera tortura. Luego, Jennifer había decidido no aceptar ningún regalo a menos que viniera directamente de mi mano.

"Te lo dije. Ya casi no estoy allí y, si estoy, es solo para dormir. No sé si o cuándo voy a tener el mismo problema. No permitiré que nadie esté cerca cuando eso suceda." Me pellizqué el puente de la nariz. Al principio, no había sido honesto y finalmente me harté. No quería que nadie me viera así. Si pudiera evitarlo, tampoco permitiría que Jason, Stacy o Adrian estuvieran, pero ahora eran mis puntos de control. Lo último que necesitaba era que mi prometida socialite le contara a todos que tenía terrores nocturnos.

"Sabes, no hemos tenido sexo en semanas. Te necesito."

Levanté la vista de mi laptop para verla inclinada sobre mi escritorio, con sus pechos levantados y una sonrisa en su rostro. Mi mirada se fijó en sus pechos antes de registrar lo que estaba viendo.

"¿Te pusiste implantes?" Traté de mantener el tono de disgusto fuera de mi voz.

"¿Te gustan? Solo aumenté un par de tallas. Pensé que se verían hermosos en el vestido de novia que elegí. Sé que también te gustan los pechos." Se mordió el labio inferior y se inclinó más.

Matrimonio falso. Amor falso. Esposa falsa. ¿Por qué no añadir pechos falsos a la mezcla? Suspiré.

"Ven aquí."

Ella chilló de alegría. Tan pronto como corrió alrededor del escritorio, la tomé bruscamente por las caderas y la doblé sobre el escritorio. Gimiendo, le di una fuerte palmada en el trasero.

"La próxima vez, consúltame antes de hacer cambios en tu cuerpo. Ahora tengo que vivir con ellos." Le di una palmada más fuerte y ella gimió de nuevo.

Levantando su vestido, levanté una ceja. "Sin ropa interior. Señorita Sinclair, ¿a quién pensaba seducir hoy?"

"A ti. Tú... Zach... por favor..."

Pasé mi dedo por su hendidura y deslicé un dedo en su coño. Ella gimió y comenzó a moverse contra mi dedo. Añadiendo otro dedo, empecé a ir más rápido, agarrando sus muslos con una fuerza que dejaría moretones mañana. La sentí cerca de venirse mientras masajeaba su clítoris con mi pulgar, pero cuando sus gemidos se volvieron más intensos, saqué mis dedos.

"Zach... qué... no... por favor... cariño..."

Rodé los ojos y desabroché mi cinturón, mi polla estaba erecta y salió fácilmente en cuanto bajé mis pantalones. De pie, froté la punta en la entrada de su coño.

"¿Esto es lo que querías? ¿Esto es lo que has estado esperando?"

"Sí... por favor... dámelo, cariño..."

Me incliné, apenas deslizándome dentro. "Necesito que me digas lo que quieres. Dímelo exactamente."

"Necesito... necesito tu polla... dentro de mí... ahora... por favor..." Jennifer jadeaba mientras intentaba empujar contra mí, empujar mi polla más dentro de ella.

Sonreí. "Entonces, ¿por qué no lo dijiste desde el principio, querida?" Me reajusté antes de embestirla desde atrás. Dejando escapar mi propio gemido, continué follándola desde atrás. Jennifer dejó escapar gemidos lastimeros mientras aceleraba. Ella se vino en minutos, pero continué follándola implacablemente mientras buscaba mi propia liberación. Finalmente, me embestí en ella, vaciándome antes de darle una última palmada en el trasero.

Saqué toallitas, limpiándola rápidamente antes de limpiarme y subirme los pantalones. "Déjame volver al trabajo, Jennifer."

"Sí, señor." Se bajó el vestido y me sonrió antes de salir de la oficina.

Suspiré y pasé mi mano por el cabello. Presioné el botón de mi teléfono. "Stacy, has estado llamándome durante los últimos diez minutos. ¿Qué demonios quieres?"

"Esto... necesitamos hablar. ¿Ella..."

Rodé los ojos. "Se ha ido. Puedes entrar."

El teléfono se quedó sin señal y Stacy entró con Jason y Derek, mi abogado personal, justo detrás de ellos. Fruncí el ceño y miré a los tres. Todos parecían haber visto un fantasma. Stacy se giró y cerró la puerta con llave. Jason fue a todas las ventanas y cerró las persianas. Mi interés ahora estaba seriamente despertado.

"¿De verdad tenías que follártela en la oficina, Zach? En serio. Déjalo para casa." Jason hizo una mueca mientras se dejaba caer en el sofá.

"Intentó presumir de sus implantes de senos."

Jason empezó a reír. "Ha estado contigo más de dos años y se puso implantes de senos? ¿Es que no te conoce en absoluto?"

"Es por su propio interés. Escuché que su agencia de modelos la presionó mucho por su peso hace unos días. Se fue a casa de sus padres llorando. ¿Su regalo? Nuevos senos. Aparentemente, ninguno de ustedes lee los tabloides." Dijo Stacy, con tono de hecho.

"La chica está cavando su propia tumba."

Jason seguía sentado derecho en el sofá y eso en sí mismo era raro. Normalmente, estaría relajado o habría cogido el periódico a estas alturas. Derek también estaba paseando por el fondo.

"¿Puedo ofrecerte algo de beber, Derek?" Lo miré y él asintió.

Miré a Stacy y Jason, sus rostros estoicos. "Todos vamos a necesitar uno. Tal vez dos."

Asintiendo, saqué cuatro vasos y les serví un doble a cada uno. Caminando hacia adelante, me senté en la silla individual con Derek sentado a mi lado. Stacy se sentó frente a mí y Jason estaba junto a ella en el sofá. Jason sacó su computadora y la abrió.

"Entonces, ¿recuerdas que me pusiste a cargo de las tareas del padrino?"

Entrecerré los ojos. "¿Sí? Solo porque Adrian rechazó el puesto."

"Sí, sí. Bueno, estaba investigando exactamente qué hace el padrino. Ya sabes, el discurso, tener los anillos, la despedida de soltero... todo eso. Pero aparentemente, también debo asegurarme de que el papeleo esté en orden con el sacerdote y todo. ¿Sabías eso?"

Me encogí de hombros. "No sé qué implica una boda, honestamente. Adrian también simplemente se largó y se casó en el extranjero sin ninguno de nosotros alrededor. Así que no sé los detalles."

"Hombres. Típico." Stacy puso los ojos en blanco.

"De todos modos. Decidí buscar los tipos de papeleo que necesitaba. Resulta que hay certificados y otras cosas que debes proporcionar al sacerdote. De todos modos, hice mi habitual inmersión en todo esto..."

Tomé un sorbo de mi bebida. "En horario de trabajo, por supuesto."

"Por supuesto. En realidad, tengo una vida social." Jason sonrió, pero no llegó a sus ojos y pronto se desvaneció en una expresión más seria. "Decidí intentar ver si podía entender cómo llenar el papeleo y comenzar todo."

"Claro. No veo dónde entramos Derek o yo." Añadió Stacy y la miré, confundido.

"¿No sabes lo que está pasando?"

Ella negó con la cabeza. "Él solo entró corriendo como un loco. Diciendo que esto sería el fin de todo y que si alguien se enteraba estaríamos jodidos. Quiero decir, no lo había visto tan histérico desde hace cuatro años cuando una chica dijo que estaba embarazada de su hijo."

Todos lo miramos, con los ojos muy abiertos. Derek también parecía estar fuera de la onda sobre por qué estaba aquí, pero el hecho de que Jason lo llamara significaba que era grave. ¿Qué demonios podría ser tan malo?

"Joder, déjame terminar con esta mierda. Entonces, empiezo a llenar los nombres y voy a enviarlo para imprimir y aparece un error."

"¿Un error?" Escuché el tono de preocupación en la voz de Derek.

Jason asintió. "Y pensé que tal vez había escrito mal los nombres o algo. Pero no. No lo hice. Luego pensé, tal vez nuestra chica estaba ocultando un secreto."

"¿Un matrimonio secreto? Quiero decir, no lo descartaría. ¿Un matrimonio secreto con algún idiota en Francia? Cualquier cosa podría pasar." Stacy se rió, tomando un sorbo de su bebida.

"Esa es la cosa, sin embargo. No era ella. Es Zach." Jason me miró, con miedo y preocupación en sus ojos.

"¿Qué?" Stacy se inclinó hacia adelante, justo cuando Derek se recostó en su asiento, tomando un trago completo de su vaso.

Sacudió la cabeza y lo miré, sorprendido.

"Zach... estás casado. Lo has estado durante los últimos tres años..."