Capítulo treinta y dos

Un brazo se enroscó alrededor de mi cuello; me sacó de la silla y me puso de pie de un tirón. Quería gritar. El guante de cuero negro sobre mi boca hacía casi imposible que pudiera hacer un sonido lo suficientemente fuerte como para advertirle.

Pateé. Golpeé. Me retorcí y luché, pero mi fuerza no e...

Login to Unlock ChaptersPromotion