



CapĂtulo 4.
CapĂtulo 4.
Punto de vista de Estella.
Me siento allĂ en silencio tratando de asimilar lo que acaba de decir. ¡Lobos! Mi compañero es un lobo, este hombre hermoso que me sostiene es un animal depredador que podrĂa destrozarme en un abrir y cerrar de ojos. Al crecer, nunca se nos permitiĂł ir al bosque a jugar, tenĂamos que quedarnos dentro de los lĂmites del pueblo. Siempre nos decĂan que si cruzábamos la lĂnea del pueblo hacia el bosque, cosas malas sucederĂan, criaturas aterradoras vivĂan allĂ y no regresarĂamos.
En la escuela nos contaban leyendas de las bestias que acechaban fuera del pueblo cazando a sus presas, se decĂa que si te encontraban te llevarĂan de vuelta a su manada para festĂn. Nunca creĂ en nada de eso, siempre pensĂ© que era solo el alcalde tratando de asustarnos para mantenernos en lĂnea. Con lo extrañas que eran las reglas en el pueblo, nunca pensĂ© mucho en ello, pero es verdad. Hay bestias y estoy emparejada con una.
—¿Puedo preguntarte algo? —digo mientras siento que asiente detrás de mĂ.
—Cuando nos conocimos en la lĂnea del pueblo dijiste que me habĂas encontrado, me llamaste compañera, ÂżquĂ© significa eso? —pregunto sintiendo la vergĂĽenza apoderarse de mĂ.
—Bueno, quiero decir que eres mi compañera, Estella, la diosa de la luna te ha elegido para mĂ. He estado buscándote durante años, podĂa olerte cuando venĂa a tu pueblo para la luna de la bestia, pero nunca podĂa encontrarte. Lo cual, por tu edad, supongo que es porque aĂşn no eras parte de la luna de la bestia, eso y el hecho de que tu pueblo solo nos deja una chica como ofrenda. Honestamente, pensĂ© que nunca te encontrarĂa —dice y siento la tristeza emanando de Ă©l.
—He estado regresando cada año buscándote, esperando que estuvieras allĂ, esperándome. Cada año tu olor se hacĂa más fuerte, asĂ que sabĂa que solo tenĂa que esperar. Serás mi Luna y gobernarás mi reino conmigo. —Mi corazĂłn se detiene. ÂżLuna? ÂżQuĂ© demonios es eso?
—¿Luna? —digo en un tono suave de pregunta mientras mi corazón se acelera.
—Una Luna es la compañera del Alfa, casi como una Reina. Liderarás mi manada conmigo, ayudarás a enseñar a los niños pequeños, a mantener la manada en orden, todas esas cosas divertidas —dice riendo y siento que mi corazón se queda atascado en mi garganta. Oh Dios, en qué me he metido, no puedo liderar, nunca he tenido que hacerlo.
—No puedo liderar —digo bruscamente—. Y no puedo ser una compañera, nunca he tenido un novio —digo con calma mientras mi corazĂłn revolotea sabiendo que no tengo experiencia en ninguna de las dos categorĂas.
Se inclina y siento su aliento caliente en mi cuello.
—Puedes liderar, la diosa de la luna te eligiĂł para ser mi Luna, asĂ que debemos tener fe en eso. Eres mi compañera, aprenderás y la idea de que ningĂşn otro hombre te haya tocado me excita —dice con una voz baja y sexy mientras sus ojos recorren seductoramente mi cuerpo y los escalofrĂos regresan con más fuerza.
—Te enseñaré, te ayudaré a aprender y te protegeré. Pasaré mi vida amándote y serás mi compañera perfecta —dice mientras besa la parte posterior de mi cuello.
Respiro hondo tratando de relajarme, nunca supe quĂ© pasaba despuĂ©s de que las chicas eran llevadas del pueblo. Supongo que siempre asumĂ que eran devoradas por las bestias, al menos eso es lo que pensĂ© que me iba a pasar a mĂ. En cambio, me trajo aquĂ para gobernar su reino con Ă©l, Âży ser su compañera? ÂżNos estaban eligiendo como esposas para los lobos? Mi mente da vueltas asimilando toda la informaciĂłn que me están dando, ni siquiera esperaba seguir viva, mucho menos convertirme en la gobernante de las bestias.
Siento que sigue frotándome la espalda mientras empiezo a relajarme contra Ă©l. Supongo que esta es mi vida ahora, tal vez no sea tan malo, podrĂa ser agradable tener a alguien más además de mĂ misma. De repente, Misfit salta al borde de la bañera maullando felizmente.
—¿Alfa? —digo suavemente.
—Collin —me corrige—. Solo Collin —dice y mi corazón revolotea al escuchar su nombre y asiento.
—Ahora vamos a lavar tu cabello —dice interrumpiĂ©ndome. Empieza a deshacer mis trenzas mientras vierte agua tibia sobre mi cabello y comienza a lavarlo con el jabĂłn más celestial que huele, haciĂ©ndome gemir suavemente mientras lo escucho reĂr detrás de mĂ. Mi cabello se siente pesado y me recuesto permitiendo que absorba el agua.
Cuando terminamos, salgo de la bañera y me envuelvo en esta enorme toalla rosa y esponjosa. Me seco y voy a mis bolsas. Saco un par de bragas negras y me las pongo rápidamente, luego encuentro un camisón negro de manga corta que traje conmigo y me lo pongo. Me seco el cabello a palmaditas y me lanzo a la enorme cama esponjosa, me hundo en ella sintiendo como si me estuviera tragando.
Acostada, veo la puerta del baño abrirse mientras Collin sale, se seca el cabello con una toalla y solo lleva puestos unos pantalones de chándal negros que se ajustan a su cuerpo lo suficiente como para delinear el gran bulto en sus pantalones. Me muerdo el labio mientras lo miro, admirando a esta increĂble criatura frente a mĂ cuando lo veo sonreĂr. MaldiciĂłn, me atrapĂł mirándolo de nuevo.
Se acerca a la cama y gruñe, sus ojos brillan dorados y mi corazón salta. Se sube encima de mà inclinándose para besar mi cuello y pecho.
—Mmmm —gime y yo suspiro suavemente, el miedo y la emoción se combinan luchando dentro de mi cuerpo mientras mis sentimientos se enfrentan. ¿Cómo puede hacerme sentir as�
Agarra mi rostro sosteniĂ©ndome, mirándome a los ojos, relámpagos salen de sus dedos mientras nos quedamos en un momento de perfecta dicha juntos. Sus ojos, parecen hojas mojadas en los árboles despuĂ©s de una tormenta, tan brillantes y chispean con la luz. Realmente es un dios. Me besa con fuerza mientras mi corazĂłn se detiene, siento sus suaves labios rosados presionarse contra los mĂos mientras su lengua comienza a invadir mi boca, su miembro duro presiona contra mi estĂłmago empujándose hacia mĂ mientras mi respiraciĂłn se entrecorta y Ă©l me jala hacia Ă©l haciĂ©ndome sentir más de Ă©l y jadeo por aire mientras nos separamos y me alejo.
—No puedo hacer esto —digo sin aliento mientras me ahogo con mi corazón, tragando fuerte sin poder hablar.
—Soy virgen —digo suavemente mientras mi corazón late con miedo por su respuesta.
—Lo sé, podemos ir despacio, o esperar si eso es lo que quieres —afirma y no digo nada, miro hacia abajo mientras la vergüenza me consume robándome las palabras junto con ella.
—Está bien, podemos esperar y me lo harás saber cuando estĂ©s lista —dice tirando de mĂ contra Ă©l mientras envuelve sus brazos alrededor de mĂ.
Misfit salta uniĂ©ndose a nosotros en la cama, sus suaves ronroneos llenan la habitaciĂłn relajándome. Siento sus pequeñas patas necesitando y caminando por la cama durante unos momentos antes de que finalmente se acueste. La acaricio suavemente contando cada caricia mientras sus ronroneos vibran a travĂ©s de mi mano. Estoy tan feliz de que me haya dejado traerla con nosotros. Honestamente, no sĂ© quĂ© harĂa sin ella. Empiezo a quedarme dormida cuando la voz de Collin me sobresalta.
—Me encanta cómo has esperado por mà —me susurra mientras se acerca más. Empiezo a relajarme, siento su aliento en mi pecho y me acerco más a él dejándome llevar por la sensación que me da.
—Nunca te haré daño, mi pequeña compañera —dice en voz baja mientras ambos empezamos a quedarnos dormidos.