



Cara de perra
Althaia
Apenas cruzas el umbral de la mansión, frente a ti habÃa una hermosa escalera de mármol beige que conduce a dos pequeñas escaleras a cada lado, por lo que parece la letra 'Y' con una barandilla negra que lleva al segundo piso. Un candelabro de cristal brillante colgaba del techo justo en el medio de la escalera, con un pequeño foco iluminando el resto del techo, creando una apariencia realmente exquisita.
Pasamos junto a la escalera para llegar al patio trasero, una fuerte oleada de nostalgia me invadió mientras miraba a mi alrededor. Se hicieron muchos recuerdos en esta casa, y aunque la mayor parte del interior habÃa cambiado, todavÃa habÃa una sensación de familiaridad. Puede que no haya permanecido en esta mansión durante tantos años, pero esos años fueron algunos de los mejores de mi vida porque, en aquel entonces, tenÃa a Cara a mi lado.
La música y las conversaciones llegaban a mis oÃdos cuando ahora estábamos en la entrada del patio trasero, aún fuera de la vista de la gente. Seguimos el camino de piedra que serpentea alrededor de la esquina hacia el lado derecho de la casa. Eché un buen vistazo a mi alrededor mientras hermosas flores y plantas de todos los tonos bordeaban cada lado del camino, y debo decir que el jardinero hizo un trabajo increÃble porque se sentÃa como si caminaras a través de un prado con los muchos colores hermosos.
Me detuve justo antes de doblar la esquina para unirme al resto de las personas.
—Solo respira hondo, Thaia. Todo saldrá bien, te lo prometo.
Me volvà para mirar a Michael, y él me dio una sonrisa tranquilizadora mientras apretaba suavemente mi mano. Apreté un poco más su mano, agradecida de que realmente estuviera aquà para calmar un poco mis nervios.
—Lo sé, solo son los nervios. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve aquÃ, y tantos recuerdos.
Le devolvà una pequeña sonrisa. Puso su mano en la parte baja de mi espalda y me acercó un poco más a él, lo cual agradecà porque calmó mis nervios que iban en aumento.
Tan pronto como doblamos la esquina, solté un pequeño suspiro ante la vista frente a mÃ. Me quedé atónita por lo hermoso que todo se veÃa.
—Vaya —dije mientras contemplaba la vista frente a mÃ.
Era un gran espacio abierto con enormes árboles rodeando el lugar. Han logrado envolver los árboles con cadenas de luces, iluminando todo el lugar, luces colgando de un árbol a otro, creando una especie de techo en el aire. HabÃa grandes mesas redondas dispersas con manteles de color blanco marfil, jarrones transparentes con grabados dorados sosteniendo flores de Camelia blancas y rosadas suaves. Si esto era solo la fiesta de compromiso, no podÃa imaginar lo grandiosa que serÃa la boda. Y definitivamente serÃa grandiosa solo con ver la cantidad de personas presentes aquÃ.
—SÃ, estoy de acuerdo —dijo Michael mientras también miraba alrededor del patio trasero—. Solo voy a poner esto en la mesa de regalos. ¿Te traigo algo de beber?
Señaló con la cabeza hacia el lado derecho donde se habÃa instalado una barra atendida por un camarero.
—Cualquier cosa sin alcohol estarÃa bien, gracias. Quiero mantenerme lo más sobria posible.
No es que no pueda manejar unas copas de champán, simplemente no querÃa que nada afectara mis sentidos si algo salÃa mal. Y además, todavÃa estaba nerviosa como el infierno y probablemente solo beberÃa una bebida tras otra para calmar mis nervios. Eso, no podÃa arriesgarme.
—¡Seguro! Vuelvo enseguida.
Y se fue.
Vale, esto es todo. Ahora estoy sola. Oh, Dios, deberÃa haber ido con él, pero en cambio, aquà estaba, de pie sola, y no sabÃa qué hacer. ¿DeberÃa simplemente ir y decir 'hola, ¿te acuerdas de mÃ?' o algo asÃ? Bien, eso sonaba como un plan terrible.
Decidà mirar alrededor para ver si podÃa encontrar a Cara en medio de la multitud. Lo que no noté fue que la mitad de las personas ya me estaban mirando mientras yo estaba en mi burbuja miserable. Cambié un poco mi peso en los pies al empezar a sentirme incómoda con toda la atención sobre mÃ.
De repente me sentà mal vestida porque, ¿qué es esto? Es como si la revista Vogue Italia hubiera escupido a todos sus modelos en este jardÃn. Nunca habÃa visto a tanta gente hermosa reunida en un solo lugar. Las mujeres estaban vestidas con largos y hermosos vestidos, los hombres con trajes que los hacÃan parecer personas que no pertenecÃan a este mundo, y eso es realmente intimidante. Cuanto más los miraba, más intimidada me sentÃa. Era fácil ver que yo era una especie de forastera.
¿Cuánto tiempo se tarda en ir a buscar algo de beber? Michael, por favor ven y sálvame. ¿Y dónde diablos estaba Cara? Seguà mirando alrededor para ver si podÃa encontrarla en medio de la multitud. Mientras miraba, mis ojos se posaron en probablemente el hombre más sexy que mis ojos habÃan visto. Llevaba pantalones de vestir negros, una camisa de vestir negra que estaba abotonada un poco desde arriba, exponiendo parte de su pecho, las mangas estaban enrolladas hasta los codos, mostrando sus brazos fuertemente tatuados. Su cabello era oscuro, corto a los lados y un poco más largo en la parte superior, peinado a la perfección. Este hombre era la definición de perfección, y no me sorprenderÃa si mostraran una foto de él justo al lado de la palabra 'perfección' en el diccionario.
Vaya. Este hombre es hermoso. De hecho, impresionante.
Mis ojos lo escanearon, comenzando desde abajo, y lentamente subieron hasta su rostro. Me sobresalté un poco y contuve la respiración cuando hicimos contacto visual. Normalmente, apartarÃa la mirada de inmediato, pero habÃa algo en él que me hizo mirarlo un poco más. Estaba de pie con las manos en los bolsillos. Inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado mientras también me inspeccionaba de pies a cabeza. Su rostro no mostraba absolutamente ninguna expresión mientras me miraba. Sus ojos miraban intensamente los mÃos, y era como si estuviera en algún tipo de trance porque no podÃa apartar la mirada mientras seguÃamos mirándonos desde lejos.
—No lo mires asÃ. De repente Michael se paró frente a mÃ, me sobresaltó y bloqueó mi vista del hombre. —Ha matado a personas por mirarlo de manera incorrecta. Dijo mientras me entregaba mi bebida.
—¿Eh? —exhalé y lo miré confundida. —Solo estaba mirando alrededor. ¿Cómo se supone que encuentre a la persona que estoy buscando si no puedo mirar? —Me reà un poco y levanté una ceja.
—La forma en que lo miraste puede hacer que te disparen. —Me miró con una expresión seria, dejándome saber que esto no era una broma. Lo miré con los ojos bien abiertos, de repente sintiéndome asustada de que el hombre me disparara porque me tomé mi tiempo para mirarlo. No lo hice con mala intención, era realmente demasiado hermoso para no mirarlo. —No sé si has oÃdo esto, Althaia, pero tienes una cara de perra en reposo muy mala. ParecÃa que estabas lista para pelear con él o algo asÃ.
Me atraganté con mi bebida cuando accidentalmente me reÃ. No bebas y te rÃas al mismo tiempo porque harás el ridÃculo como yo lo hice. Y frente a tanta gente.
—Creo que lo he oÃdo algunas veces.